ATET Ha sido creada por un grupo de humanistas, amantes de la tecnología ocupados en saber cómo afectará la misma a la sociedad.
La tecnología ha evolucionado siempre, la única diferencia con el mundo de hoy, es la velocidad con que evoluciona. Estamos convencidos que el crecimiento exponencial tecnológico actual es por la integración de las tecnologías y la capacidad de unirse y trabajar en conjunto, así como la necesidad de que éstas, tengan el objetivo de mejorar la vida del ser humano, no de empeorarla. Por lo tanto trabajar desde el concepto de tecnologías evolutivas y transformadoras cobra cada día más sentido.
Las Tecnologías evolutivas son aquellas que aparecen en un determinado momento de la historia y evolucionan con el paso del tiempo adaptándose a las nuevas circunstancias y necesidades socioeconómicas de la sociedad y del planeta. Entre muchas otras y sólo a modo de ejemplo podemos nombrar: web3, blockchain, inteligencia artificial, Nft’s, realidad virtual/extendida, metaversos, cuánticas, bio, nano, neuro, beyond earth, que ayuden a combatir epidemias, problemáticas, etc.
Las Tecnologías transformadoras o transformativas son aquellas que se desarrollan para mejorar el bienestar del ser humano en todos sus aspectos: IA aplicada a la medicina, medicina digital, neurofeedback, biotech, robótica, tecnologías para espacios saludables, tecnologías para mejorar el sueño, fabricación digital, cambios de comportamientos humanos, sensores y redes.
Presidente de ATET
Directora de Innovación
Experto en IA
Innovation Maker
Sentando las bases para desarrollar proyectos web3 para el turismo: Blockchain, sostenibilidad, Nfts, metaversos y todas sus evoluciones.
Los grandes cambios en la sociedad suelen producirse por una mezcla de evolución tecnológica, más la adopción de la misma por las masas. Si volvemos la vista atrás podríamos decir que Internet empezó su camino con la que hoy conocemos como la web 1.0. El catálogo de papel estaba disponible las 24 horas del día y a disposición de quien tuviera una conexión a Internet.
Pasaron unos años y llegó, casi sin darnos cuenta la era 1.5 o del comercio electrónico. Tímidamente empezaba la posibilidad de venderle directamente al cliente. Los que lo vieron, se convirtieron en poco tiempo en una pieza clave del conglomerado empresarial.
Rápidamente la democratización de la web y la mejora de las conexiones, dieron paso a la que se definió como la web 2.0. Llegaron los medios sociales: blogs, podcast, las redes sociales y con ello los nuevos influenciadores. Bloggers, videobloggers, instagramers y podcasters empezaron a competir con los medios de comunicación más tradicionales por la atención de los consumidores. El mundo de la promoción entró en una fiebre 2.0 que todavía hoy suena en la memoria de aquellos que vaticinaban, que las redes sociales eran solo una moda pasajera y que contratar a un Community Manager era un gasto y no una inversión. Del ecommerce pasamos al social commerce casi sin darnos cuenta, teniendo la posibilidad de vender y promocionar productos directamente en los medios sociales.
Y aunque el cambio se veía venir, lo que lo hizo eclosionar fue la posibilidad de tener en la palma de la mano todo lo que teníamos en el ordenador. El smartphone como hardware y las apps como software se integraron en nuestra vida como una nueva manera de conectarnos con el mundo las 24 hrs, 365 días al año. Había nacido lo que se puede denominar la web 2.5. Con ello ya no bastaba con tener una web, había que pensar en una estrategia Mobile.
Hoy ya estamos en los albores de lo que se ha definido como la web 3 que en poco tiempo se está implantando de manera inexorable y va a cambiar una vez más, la manera que los clientes harán las cosas, por ende las empresas y destinos se tendrán que adaptar. Ya no es una cuestión de si la web3 se implantará o no, sino de cuándo, cómo y quién la construirá.
La gran pregunta que tenemos que hacernos es: Sabiendo lo que sabemos hoy de cómo la tecnología ha evolucionado en los últimos 20 años. Si pudiéramos volver atrás en el tiempo, por ejemplo al 2005 cuando las redes sociales empezaron a implantarse. ¿Repetiríamos la misma estrategia digital o sería diferente? si la respuesta es: sería diferente. Hoy frente a la web3 tenemos la oportunidad de empezar a definir esa estrategia con tiempo sabiendo que el mundo va en esa dirección.
El objetivo de este manifiesto es servir de guía y orientación a todas las empresas y destinos turísticos que quieran desarrollar proyectos relacionados con el mundo web3 que aunque hoy está en sus inicios, ha venido para quedarse.
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